La tierra está amenazada por las emisiones de efecto
invernadero. La industria minera es una de las primeras que plantea un cambio
de matriz. Reemplazar el combustible fósil (petróleo y gas) por la utilización
de energías renovables.
Ricardo Tejada es funcionario de la empresa ABB abocada a
sustituir los camiones que usan diésel por los eléctricos.
No solo la compañía ahorra mucho dinero, sino que gana el
medio ambiente. Se estima que estos vehículos pesados emiten al año 198.000
toneladas de dióxido de carbono al año. Sin esas emisiones estarían a salvo
3.000 metros cúbicos de hielos perpetuos que se descongelan al año por el
calentamiento de la tierra.
Varias de las charlas de Perumin se alinearon en ese
sentido. El analista británico Julian Kettle, de Wood Mackenzie, espera que
China aumente su cuota de ventas de estos vehículos del 3 % en 2020 al 30 % en
2040.
La minería no será la única industria que girará a las energías
renovables. Lo harán otras actividades productivas esencialmente para ahorrar
costos y ser competitivas.
La generación, transmisión, almacenamiento y el uso de
energía con bajas emisiones de carbono no pueden lograrse sin los metales.
Y esa es otra oportunidad de oro para la minería. La
fabricación de un parque automotor eléctrico demanda mucho cobre. Habrá más
demanda por este mineral.
La cotización podría superar la barrera de los US$4. Eso
significa más renta para el Estado, incremento del producto bruto interno,
empleo y encadenamiento con otros servicios. “Estamos al borde de un nuevo boom
de los metales, no desaprovechen la oportunidad”, dijo Julian Kettle durante su
charla.
El viceministro de Comercio Exterior y Asuntos Nórdicos de
Suecia, Krister Nilsson, dio cuenta de muchas cifras excepcionales y en donde
Perú podría ser parte de la fiesta.
La demanda de los metales por transición energética
implicará un incremento de la inversión en 500%. Esta se calcula en US$1,7
billones. Para atender esa transición energética se requieren 3.000 millones de
toneladas de minerales.
Para Julian Kettle, las inversiones deben acelerarse de
forma agresiva. El mundo necesitará de cobre, cobalto, níquel y otros metales
necesarios para el cambio de matriz.
En ese sentido, el CEO de Antofagasta Minerals, Iván
Arriagada, solicitó que para atraer las inversiones a países mineros se
requiere de un marco competitivo en tributos, consensos públicos-privados y
reglas claras y con perspectiva de largo plazo.
El Perú tiene una cartera de proyectos de US$53.000
millones, varios de ellos no pueden cristalizarse por los conflictos sociales y
la oposición de las comunidades en zonas de influencia. Todos los especialistas
coinciden en que el componente social es clave.