El Índice Global del Hambre en el Perú (IGH) del 2021
completó su tercer año al alza y alcanzó los 17,7 puntos, similar a lo
registrado hace diez años y 3,7 unidades por encima de los 14 puntos del 2019,
antes de la pandemia, según un informe elaborado por la red Alliance2015.
William Campbell, director país de la Fundación Ayuda en
Acción Perú, que forma parte de Alliance2015, señala que existe una relación
directa entre el aumento del IGH en el país con la crisis política y otros
elementos externos. Entre ellos, el impacto ocasionado por la pandemia de la
COVID-19, la crisis de los contenedores, el alza de precios y la volatilidad
del tipo de cambio. “Todos esos factores han coadyuvado a que el IGH presente una
situación bastante peor a la situación que teníamos en la prepandemia”, comentó
a La República.
El informe también detalla que los departamentos que
concentran la mayor incidencia de hambre son siete: Apurímac, Huancavelica,
Ayacucho, Loreto, Huánuco, Puno y Ucayali, donde el índice supera los 20 puntos
y es considerado “grave”. Mientras que Ica y Lambayeque son los únicos donde
este indicador está en el rango denominado “bajo”, con 7,2 y 8,4 puntos cada
uno. En las 17 regiones restantes, el nivel es moderado (ver infografía).
Según el estudio, el índice de hambre es bajo en las
regiones que se han visto beneficiadas por el boom de la agroexportación, el
fortalecimiento de la producción agroindustrial, el desarrollo económico o el
potencial minero. “Los departamentos que han tenido un desarrollo económico
importante son a los que les ha estado yendo mejor”, subraya Campbell.
En cambio, en los departamentos donde la presencia del
hambre es más elevada, también es mayor el indicador de pobreza y la
vulnerabilidad monetaria, indica el representante de la Fundación Ayuda en
Acción Perú.
Los más afectados
Otro dato interesante que se desprende de la investigación
es que los departamentos donde la situación del hambre es grave se encuentran
en la sierra y selva del país.
Ello se debe a que tras la pandemia las regiones que más
rápido se han recuperado son las de la costa, debido a que tienen mayor
dinamización económica, vinculación a mercados y zonas agroexportadoras,
menciona William Campbell. Asimismo, añade que “este efecto rebote de la
economía no se ha visto tanto en las zonas de la sierra y selva”.
Por su parte, el informe precisa que “los impactos más
notables en el hambre a raíz de la pérdida de capacidad adquisitiva se
localizaron en los territorios de la sierra del país”
Situación no mejoraría
La red Alliance2015 prevé que este año el IGH en el Perú
llegue hasta 17,4 puntos como consecuencia de la obstaculización de la
recuperación económica debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, la volatilidad
de los principales commodities en el mercado mundial y los precios internos.
“La situación del 2022 se va a mantener como ahora, no vemos visos de mejora,
hay estancamiento en una situación que ya es bastante crítica en el país”,
comenta Campbell.
Finalmente, sugiere que para hacer frente a este escenario,
el Gobierno central debe trazar políticas con miras a cambiar la matriz
alimentaria del país priorizando los alimentos locales o los superalimentos.