El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019) pidió
este jueves 22 de septiembre al mandatario chileno, Gabriel Boric, pronunciarse
sobre la centenaria reclamación boliviana de un acceso soberano al mar perdido
en la “invasión” que sufrió su país en 1879 y que comparó con la guerra en
Ucrania.
“Hno Pdte. de Chile @gabrielboric condena lo que llama
‘invasión a Ucrania, violación de su soberanía y el uso ilegítimo de la fuerza’
por parte de Rusia. Tengo confianza de que asumirá misma posición con relación
a la invasión de 1879 y reafirmará su propuesta de #MarParaBolivia”, escribió
Morales en Twitter.
Durante el Gobierno de Morales, que preside al gubernamental
Movimiento al Socialismo (MAS), y ahora también en el del mandatario Luis Arce,
la relación con Rusia ha sido estrecha debido a afinidades políticas e
intereses económicos comunes.
El Ejecutivo boliviano se ha abstenido de votar en Naciones
Unidas contra la invasión rusa a Ucrania.
Por otra parte, Bolivia y Chile no tienen relaciones
diplomáticas entre embajadores desde 1978 por la reclamación boliviana del
acceso soberano al océano Pacífico perdido en una guerra librada a fines del
siglo XIX y que el primer país denuncia que fue una “invasión”.
En la llamada guerra del Pacífico, Bolivia perdió unos 400
kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio ante
tropas chilenas.
La situación bilateral fue particularmente tensa en los
últimos años por la demanda planteada en 2013 por el entonces Gobierno de
Morales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en busca de un
fallo que obligue a Chile a negociar en firme la reclamación marítima
boliviana.
En 2018, la CIJ determinó que Chile no tiene obligación
legal de negociar con Bolivia, aunque las autoridades bolivianas entienden que
la sentencia no supone un impedimento para que haya un diálogo.
Ambos países mantienen otra controversia ante ese tribunal
sobre la naturaleza y el uso de las aguas del Silala que para Chile son un río
internacional con derechos de uso compartido y para Bolivia unos manantiales
que nacen en su territorio y que fueron desviados artificialmente hacia
territorio chileno.
La llegada de Boric al Gobierno chileno fue vista en Bolivia
como la posibilidad de una nueva etapa de relaciones bilaterales, por la
afinidad ideológica con ese mandatario.
Sin mencionar directamente a Chile, Arce sostuvo esta semana
en su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas que “Bolivia nació
con mar”, pero en la actualidad es un país “obligado por las circunstancias del
pasado a enfrentar múltiples barreras para el transporte, comunicación y
comercio”.
“Esperamos que, más temprano que tarde, el diálogo y la
diplomacia puedan triunfar para reparar las injusticias de una guerra impulsada
por intereses capitalistas y construir así un mejor futuro entre pueblos
hermanos”, señaló el gobernante.