En el distrito de Talavera provincia de Andahuaylas, un
centenar de pobladores se reunieron una losa deportiva para que conjuntamente
con un pastor realicen plegarias de rodillas, y supliquen a Dios por la próxima
presencia de lluvias y es que varios de ellos se ven afectados por la sequía
que azota a Apurímac.
El infernal clima que se vive día a día en todas las
provincias de Apurímac ha hecho de que varios cultivos se pierdan y otros no
han podido sembrar productos, con lo cual la seguridad alimentaria no está
garantizada para el próximo año 2023, temiéndose la escases de productos que
podría afectar a todo el país.
Entre los rezos en quechua piden a Dios que realice el
milagro y haga caer la lluvia, “Dios ya no estés molestos con nosotros, tus
hijos te pedimos perdón y que nos des la lluvia que tanto esperamos”.
Por otro lado, la situación es crítica en la agricultura y
lo dicen los propios agricultores, mientras las autoridades guardan un absoluto
silencio ante este terrible golpe y pretenden calmar los ánimos con talleres de
prevención, los cuales debieron hacerse mucho antes, y ahora debería estar
aplicándose planes de contingencia para aplacar este terrible momento.
Pasan los días, y los días soleados y de altas temperaturas
continúan, y habrá que confiar en el SENAMHI que pronostica lluvias recién para
la quincena de noviembre.