Niclas Füllkrug anotó el único gol de la victoria de Borussia Dortmund ante PSG por la semifinal ida de la Champions League.
En un partido con pocas ocasiones de gol, Borussia Dortmund
venció 1-0 a PSG en la ida de la semifinal de la Champions League y la llave se
cerrará la próxima semana en París.
PSG pagó cara su ineficacia ante la portería de Kobel.
Empezó mal y reaccionó bien, pero no vio el gol con dos lanzamientos al palo de
Mbappé y de Achraf, con un cabezazo clarísimo de Fabián Ruiz y con un par de
disparos de Dembélé. Ahora, favorito -a priori en la eliminatoria- tendrá que
remontar ante su público si no quiere tirar por el tacho su enésimo intento de
introducir en sus vitrinas su primera Champions League.
Al PSG no le funcionó casi nada. Tuvo que achicar aguas casi
constantemente. Apenas Dembélé, con dos tímidos intentos desde fuera del área,
apareció por las inmediaciones de la portería defendida por Kobel. Mbappé, con
la lupa encima, estuvo totalmente desaparecido en combate. Y Vitinha, el
metrónomo del cuadro parisino, solo pudo dirigir el juego a su gusto durante
quince minutos de liberación, en los que el Dortmund no pudo seguir el ritmo.
Dortmund, mientras tanto, asustó con una clara de Sabitzer,
que se encontró con una buena intervención de Donnarumma en un mano a mano al
cuarto de hora. Después tendría otra clarísima, al filo del descanso, con un
lanzamiento a bocajarro desde el punto de penal que salvó con una estirada
espectacular el portero italiano.
En ese momento, el Dortmund ya ganaba 1-0. Füllkrug no falló
en la oportunidad más clara del conjunto germano. La defensa, un quebradero de
cabeza esta temporada para Luis Enrique, falló en un pase largo de
Schlotterbeck, que tomó la espalda de Marquinhos y Lucas Hernández para dejar
al delantero alemán solo ante Donnarumma. Un fuerte zurdazo solucionó el mano a
mano y el Dortmund se llevó al descanso un premio merecido.
Luis Enrique tenía un cuarto de hora para cambiar el
partido. Sus jugadores necesitaban cambiar urgentemente. La eliminatoria corría
peligro y había que dar un giro de 180 grados que llegó en la reanudación. El
PSG cambió su actitud y saltó al terreno de juego enfadado con los arrestos
necesarios que no puso al inicio.
Como resultado, llegaron los mejores momentos del PSG. Por
fin apareció Mbappé, que apenas dejó un par de fogonazos que pudieron ser
suficientes para igualar el marcador. Uno de ellos, marca de la casa, acabó
estrellándose contra el palo de la portería defendida por Kobel. El rechace lo
recogió Achraf Hakimi y de nuevo la madera repelió el empate.
Después, fue Fabián Ruiz quien no aprovechó un gran pase de
Marquinhos. El central brasileño dejó un balón perfecto al medio español, que
no supo rematar la jugada con un cabezazo defectuoso cuando tenía todo para
marcar.