La palabra “opa” en el Kechwa chanka se pronuncia “upa” y es un termino despectivo discriminatorio. “Upa” en español es “sordo” en los andes del Perú utilizan esta palabra para discriminar a personas con cierta discapacidad.
El gobernador regional de Apurímac, Percy Godoy Medina, ha emitido un contundente comunicado en el que rechaza las declaraciones de la presidenta Dina Boluarte, quien, durante un evento oficial en Chalhuanca el pasado 25 de febrero, se refirió al mandatario regional como “opa”. Este término, utilizado en el contexto de la cultura Kechwa Chanka, tiene una connotación despectiva y discriminatoria, ya que "upa", su equivalente en español, significa "sordo" y es utilizado en los Andes del Perú para denigrar a personas con discapacidades auditivas y retardo.
La polémica se desató cuando, en su intervención, la
presidenta sugirió que la cercanía de Godoy con el gobierno central podría
implicar un trato preferencial para Apurímac. Esta afirmación generó una serie
de reacciones de burla y repudio en las redes sociales, desatando una ola de
comentarios que cuestionaban tanto el lenguaje utilizado como el mensaje
subyacente.
A través de su comunicado, Godoy expresó su respeto, pero
también su rechazo rotundo hacia el calificativo de “opa”, calificándolo de
“inapropiado, discriminatorio e inaceptable”, especialmente en un evento
oficial donde se encontraban presentes diversas autoridades y representantes
del Estado. “En la sociedad andina, términos como este representan una forma de
menosprecio, por lo que exijo respeto a mi dignidad como autoridad y al pueblo
apurimeño”, aseveró Godoy, dejando claro que la expresión no solo lo ofendía
personalmente, sino que también menospreciaba a toda la población de Apurímac.
En cuanto a las acusaciones de la presidenta sobre la
supuesta falta de documentación necesaria en la región, Godoy respondió que su
gestión ha cumplido con las normativas legales y administrativas, impulsando
proyectos emblemáticos con total transparencia y compromiso. Reafirmó que su
objetivo es siempre el desarrollo de Apurímac, y destacó que no permitirá que
se cuestione el trabajo realizado en beneficio de su región.
Este episodio ha generado un intenso debate en las redes
sociales, donde los comentarios se han polarizado entre quienes defienden al
gobernador y quienes critican las palabras de la presidenta. Lo ocurrido en
Chalhuanca resalta la creciente tensión política y social en el país, mientras
persisten las demandas de respeto hacia las autoridades locales y las
comunidades andinas, que reclaman un trato justo y sin discriminación.