Podemos encontrar esculturas, textiles litúrgicos y platería colonial, todos representativos del barroco andino y el Perú republicano.
El Ministerio de Cultura declaró a 63 bienes culturales
muebles del Templo de San Sebastián, ubicado en el distrito de Curasco,
provincia de Grau, en Apurímac, como Patrimonio Cultural de la Nación, a través
de la Resolución Viceministerial N°000275-2024-VMPCIC/MC.
Estos bienes, pertenecientes a la Prelatura de
Chuquibambilla, destacan por su valor histórico y artístico, al exhibir
técnicas, materiales y estilos característicos del Perú de los siglos XVII,
XVIII y XIX. Entre estos, podemos encontrar esculturas, textiles litúrgicos y
platería colonial, todos representativos del barroco andino y el Perú
republicano, lo que refleja la evolución artística de la región durante estos
periodos.
Su valor radica en su antigüedad, estilo, y capacidad para
evidenciar el desarrollo artístico y comercial de la región de Apurímac durante
la época colonial, influenciada por centros culturales importantes como Cusco,
Arequipa y Ayacucho.
Las esculturas destacan por su relación con la imaginería
religiosa, mostrando detalles como el uso de maguey, tela encolada y pan de
oro, característicos del arte virreinal andino.
Asimismo, tienen un significado importante para la comunidad
de Curasco, ya que están estrechamente vinculados a la religiosidad y vida
cotidiana de una población mayoritariamente católica. Estos bienes demuestran
el fuerte vínculo entre la población y sus expresiones culturales, que se han
mantenido vivas a través del tiempo.
Con la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación, se
podrán emprender acciones que lleven a la conservación y protección de estos
bienes, en salvaguarda de las expresiones de identidad, historia y tradiciones
del país.