El presidente de la Federación Agraria Revolucionaria de
Apurímac (FARA), Lucio Águila Naveros, viene solicitando la declaratoria de
emergencia al agro apurimeño, ante el déficit de lluvia que viene impactando a
los agricultores y ganaderos por la escasez de agua para riego y consumo,
situación que llevará al fracaso la campaña agrícola 2022-2023, por lo tanto,
la seguridad alimentaria no está garantizada para el próximo año.
Este petitorio lo hacen al Gobierno Regional de Apurímac,
así como a los diferentes municipios provinciales y distritales, para que
agilicen el levantamiento de las fichas EDAN Perú y el registro Simpad de las
zonas afectadas por estas circunstancias climatológicas.
Este pronunciamiento se gestó luego de una reunión sostenida
entre dirigentes del FARA, así como presidentes de asociaciones productivas y
agricultores, tras los últimos incendios forestales registrados en Abancay y
otras provincias, la cual viene agudizando esta sequía.
En el pronunciamiento también exigen la dotación de semillas
y forrajes para los animales, creación de una entidad financiera agraria
autónoma, así como de un fondo rotatorio para importación de fertilizantes y
demás insumos agrícolas para regular los altos costos de estos productos, entre
otros pedidos y se declaran en jornada de lucha desde el 22 de noviembre.
Según el Senamhi, por tercer año consecutivo el fenómeno de
la Niña en el Pacífico viene modulando las condiciones climáticas en nuestro
país y en Apurímac, para lo que queda de noviembre y diciembre se espera un
déficit marcado en las precipitaciones fluviales y para el verano 2023 (enero -
marzo) se estima una probabilidad del 40% de precipitaciones por encima de sus
valores normales. Así que las salientes y nuevas autoridades están llamadas a
prepararse para peores momentos.