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DESCUBREN ASENTAMIENTO WARI EN APURÍMAC CON ARQUITECTURA CIRCULAR Y CEREMONIAL

Arqueólogos de la UNSCH hallaron en Chincheros un conjunto arquitectónico en el sitio Muyu Urqu, con estructuras domésticas y rituales que datan del año 1000 d.C.

Apurímac, 10 de nociembre.- Un equipo de arqueólogos de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) descubrió un asentamiento de origen Wari en el sitio arqueológico Muyu Urqu, ubicado en la provincia de Chincheros, región Apurímac. El hallazgo revela la presencia de arquitectura doméstica y ceremonial que correspondería a los últimos años del dominio Wari, alrededor del año 1000 d.C.

 

El proyecto, dirigido por el arqueólogo Edison Mendoza Martínez, docente e investigador de la Escuela Profesional de Arqueología e Historia de la UNSCH, se desarrolla con autorización del Ministerio de Cultura y con el apoyo de la comunidad campesina Andrés Avelino Cáceres de Tejahuasi.

 

Arquitectura circular y rectangular en lo alto de un cerro

 

El sitio, cuyo nombre en quechua significa “cerro rodeado por muros”, se extiende sobre una lomada de una hectárea ubicada junto al río Pampas. Las excavaciones revelaron estructuras circulares y rectangulares construidas en piedra y barro, con muros de hasta un metro de altura y 40 centímetros de grosor, que formaban parte de un conjunto habitacional y ritual.

 

“Lo que observamos en Muyu Urqu son viviendas y un área que, por su disposición y forma, pudo tener una función ceremonial. Estamos ante un poblado que refleja la vida cotidiana y espiritual de las poblaciones Wari en su etapa final”, explicó Mendoza en diálogo con la Agencia Andina.


 

Un espacio ceremonial en la cima

 

En la parte más alta del sitio destaca una estructura de doble anillo circular, rodeada por varios muros concéntricos. Según el investigador, este diseño sugiere un espacio simbólico o ceremonial, posiblemente utilizado para rituales antes del abandono del asentamiento.

 

Durante las excavaciones también se recuperaron fragmentos de cerámica Wari de acabado tosco, lo que indicaría una transición hacia el periodo Intermedio Tardío, asociado a la cultura Chanca. Este hallazgo, según Mendoza, evidencia el ocaso del Imperio Wari, afectado por procesos de desintegración política, conflictos internos y posibles sequías.

 

“Antes de abandonar el lugar, los Wari rompieron sus vasijas y sellaron los recintos con tierra, un acto ritual que marcaba el cierre simbólico del espacio”, detalló el arqueólogo ayacuchano.

 

Un sitio estratégico para el control territorial

 

A diferencia de otros asentamientos Wari situados en valles, Muyu Urqu se encuentra en una zona elevada con pendiente pronunciada. Desde su cima se domina el paso del río Pampas y las rutas naturales que conectan la sierra con la ceja de selva, lo que habría dado al sitio un valor estratégico y simbólico.

 

“Su ubicación pudo servir para controlar el tránsito y marcar presencia territorial, más como un símbolo de poder que como una fortificación militar”, precisó Mendoza.



 

Participación local y formación académica

 

El proyecto cuenta con la participación activa de la comunidad campesina de Tejahuasi, bajo la administración de Roberto Carbajal, además de estudiantes y egresados de la UNSCH —Marcelino Huamaní, Edith Verástegui, Víctor Choque, Álvaro Barzola, Óscar Tumbalobos, Dan Gutiérrez y Edwin López—, quienes realizan prácticas de campo como parte de su formación profesional.

 

Los trabajos continuarán en las próximas semanas con el registro fotográfico, topográfico y de materiales, con el fin de fortalecer la documentación científica del sitio y asegurar su conservación como patrimonio cultural de Apurímac.

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